Querida España televisiva, vosotros que sois la bendita audiencia que cada noche entrega las medallas del dichoso share del que dependen todos los programas, me encantaría pensar que estos dos posts de hoy os servirán para acercaros un poco más a las tramas de ‘EX, ¿qué harías por tus hijos?’ Ya sabemos que el nombre es horrible, pero hacedme caso, no tiene nada que ver lo que te pueda infundir el título con lo que luego ves en el programa. También entiendo que estéis cansados de tanto debate, colaboradores de moda que no vienen a cuento y tal, pero va en serio cuando os digo que, todo lo que está pasando en esa casa, tú que siempre has ido de reality en reality disfrutando y sufriendo con cada una de las personas y personajes que has descubierto, te va a gustar.
Para bien o para mal, las tramas que han ido surgiendo durante la convivencia de estas parejas, acaban por resultar cercanas. ¿Cuernos y mentiras? Eso es como apellidarse Sánchez o llamarse Rafael en Córdoba, algo del día a día desde siempre. La convivencia de estas parejas ha servido para que, obviamente, incluso entre ellos se señalen y opinen que Fulanito es un machista de medalla, que Menganito es un calzonazos que sólo tiene mal genio y que Sutanita es una cazafortunas del copón. Pero lo bueno de esto no es solo verlo desde fuera, sino pararse a pensar cómo se verán ellos mismos ahora, descubrir cómo se han enfocado ellos mismos de cara a la audiencia.
Ir a vivir una experiencia con una serie de personas con la que sólo compartes la similitud de una serie de malos momentos no tiene que ser cosa fácil, y menos aún cuando eres tú mismo quien explotas y te pones a hablar de todo lo que te ha pasado, dando tu versión de esos hechos y quizás sin pensar en ese momento en que todo está siendo grabado y que más tarde aparecerá en televisión. ¿Habrá en este momento alguien del grupo que hubiese deseado taparse la boca de un zapatazo en algún momento?
El artículo EX: Nadie dijo que la convivencia fuera fácil (I) ha sido originalmente publicado en Mascorazon.
